Hace unos días se celebraba en Estados Unidos el dia Nacional de la Adopción, y en Embolics nos gustaria compartir con vosotros la maravillosa historia que hemos encontrado en el blog BabyWearers. La traducción puede que no sea la mejor, pero esperamos poder transmitir con esta historia la importancia de llevar en brazos a nuestros hijos.
"Enamorados: Una historia de adopción
Mañana es el Día Nacional de la Adopción! Hoy tenemos un blogger invitado a compartir con nosotros algunos de los beneficios de la crianza en brazos de un niño adoptado.
Mañana es el Día Nacional de la Adopción! Hoy tenemos un blogger invitado a compartir con nosotros algunos de los beneficios de la crianza en brazos de un niño adoptado.
Yo iba a ser esa mamá. Esa madre que llevaría a su hijo en torno a un asiento de un cochecito ridículamente pesado, porque por alguna razón en mi mente parecía más fácil que con un bebé pequeño. Mirando hacia atrás ahora, me doy cuenta de lo ilógico de aquello. Pero teniendo en cuenta que era mi primer hijo, supongo que todavía tenía mucho que aprender.
Cuando vino mi siguiente bebé me parecía que no tenía bastantes manos. Esto condujo a mi descubrimiento del porteo. En este punto yo no tenía pasión por el porteo, yo tenía una NECESIDAD (si yo tenía al pequeño atado a mí, quería decir que tenía ambas manos libres aupar a mi hija mayor, de 3 años.)
Inmediatamente después de que mi hijo Micah nació, comenzamos el proceso para adoptar a un bebé en Corea. Nos dijeron que el proceso de adopción tardaría aproximadamente 2 años, pero Dios tendría otros proyectos, porque 10 meses después de nuestra primera entrevista nuestro diminuto bebe coreano de 4 meses estaba en nuestros brazos. Qué bendición.
Durante aquellos 10 meses de espera, hice mucha lectura, leí mucho blogs, e hice muchas preguntas en foros de adopción. Aprendí todo sobre el vínculo y la importancia de tener a lbebé recién adoptado tan cerca como fuera posible. Después de todo, yo traería a casa a un bebé que nunca había estado cerca de mí o mi familia, nunca había visto caras "blancas", y nunca había oído nuestra lengua. Todo alrededor de él se vería, olería, sonaría, y sabría diferente. En este punto, la necesidad del porteo había cambiado drásticamente.
A partir del momento nuestro nuevo hijo Arie fue siempre en brazos, lo tenía tan cerca de mí como era posible. Si él no estaba en mis brazos estaba en un portabebe, cerca de mi pecho, y empecé a ver el porteo simplemente como una herramienta para hacerme la vida más fácil, era el modo de ayudarme a que mi bebé y yo nos enamoráramos el uno del otro. Con él sobre mi pecho, él podría escuchar el sonido de mi corazón, sentir mi aliento, oír mi voz, y oler mi olor. Estas eran todas las cosas que mis niños biológicos habían podido hacer en mi vientre e inmediatamente después del nacimiento.
Durante los siguientes dos años, me hice informé mucho acerca del porteo. Ya que mis muchachos sólo se llevaban 12 meses, a menudo tenía a uno sobre mi cadera derecha, y el otro sobre el lado izquierdo. ¡Mis chicos hasta discutian sobre quién estaría encima mío! Aunque Micah disfrutara de ello, Arie vivía para ello. Él durmió, jugó, comió, y se socializó con sus hermanos mientras lo llevé.
Además Arie también tenía necesidades especiales, una de ellas era el desorden de tratamiento sensorial. La única cosa que le tranquilizaba era ponerlo sobre mí en un portabebe, pues la presión del portabebe, acompañado con el calor y el movimiento inmediatamente lo relajaba. Era asombroso.
Arie rápidamente conectó conmigo y con mi marido. Me gustaba tenerlo cerca de mi corazón, y a el le gustaba estar allí. He aprendido a lo largo de los años que aunque el porteo sea práctico y conveniente, también puede ser mágico. A mi me ayudó a que el amor entre nostros creciera.
Ahora Arie tiene 5 años. ¡Todavía pide de vez en cuando ser llevado en portabebe, y yo le llevo felizmente (pero sólo en la casa!). Desde entonces hemos tenido otro bebé, y esta vez, desde el principio, he sido capaz de apreciar TODAS las ventajas del porteo."
Aunque la traducción no haya sido lo mejor, queríamos compartir con vosotros esta historia tan maravillosa.
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